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sábado, 27 de febrero de 2010

miércoles, 10 de febrero de 2010

Neardenthal

Lo miro venir entre los árboles, no lo comprendió pero en alguna parte de su cerebro supo que era similar a él y no le temió, fue a su encuentro sintiendo curiosidad, no vio venir el primer golpe, tampoco el segundo, quedo tirado en el suelo entre arbustos secos, entonces los demás si temieron, se dieron cuenta desde su primitivo pedestal de que aquella criatura que sus ojos veían era similar mas no igual a ellos, corrieron a salvarse pero nada hubo que los salvara, aún en las quijadas fósiles que se encuentran miles de años después se siente su miedo.

Héctor Mora Pacheco

miércoles, 3 de febrero de 2010

Daniel

Daniel y yo estamos el día de mi cumpleaños tomando un helado de yogurt en plaza patria, es medio día, sentados en las bancas que están afuera de una tienda de discos vemos pasar a la gente, traen bolsas en sus manos, la mente en algún lugar y la prisa a flor de piel, mi hijo y yo hablamos como nunca lo hemos hecho, dejamos que el tiempo corra así. Le he regalado un libro de HP Lovecraft, le digo lo mucho que me gustan las historias mórbidas, las atmosferas imposibles que describe ese atormentado autor me llevan la imaginación a lugares que no existirán jamás. Quita la servilleta sucia del radio de su vaso de helado, la hace bolita y la tira a un bote de basura que esta a poca distancia, sonríe al ver que ha atinado dentro del basurero. Tengo la sensación de que el momento que estoy viviendo es tan simple que se vuelve único, Daniel me habla de sus compañeros, de cómo percibe la relación siempre conflictiva de los hijos adolescentes con los adultos, hace un mohín de enfado al decir que le aburre escuchar siempre eso en la prepa; me dice que entre sus compañeros es común oírles decir que odian a los padres; sus ojos pensativos alejan el helado de su boca, se dirigen a un punto en el que ve las cosas sin verlas, parece estar viendo imágenes que se multiplican en su cabeza, que forman ecuaciones y estas una igualdad de pensamientos armonizados, voltea a verme, su rostro es depurado, hace una leve sonrisa y dice: yo no te odio.

Héctor Mora Pacheco

martes, 2 de febrero de 2010

¿viste eso?


El frio de me estaba calando, iba en el cuarto cigarrillo y en la página 54 de Farabeuf, no lograba entender nada, la noche amplia y llena me invito a dormir, a dejar el libro para un mejor momento de enfrentarlo, estaba sentado en la vieja mecedora de mi mama en el patio de la casa de ella, estuve unos instantes mirando hacia el cielo escuchando el rumor noctambulo, me acerque a la entrada de la casa que precede a un largo pasillo, entonces la vi: exactamente a la mitad del pasillo estaba Pamela con apenas cuatro años reclinada en cuclillas mirando un rayo de luna que entraba hacia la casa proveniente del tejado de la lavandería, el rayito tomo la forma de la rendija en el tejado por el cual entraba y la reproducía en el mosaico del piso, la niña trataba de tapar el rayito con sus pequeñas manos pero la luz desaparecía del piso para aparecer de nuevo en su mano, ponía entonces su otra mano encima y sucedía lo mismo, repetía los movimientos una y otra vez solo para ver que la luz era imposible de tapar, nada sabia ella de la relatividad ni de los fotones y como se comportan ante los objetos, ella estaba ahí rebasada por lo que sus ojos veían. Al no poder conciliar el sueño en el que creí que había entrado antes de salir a leer al patio; ella se levanto y fue a buscarme pero el rayo de la luna en el piso la invito desafiando su curiosidad, al escuchar el ruido de la puerta abrirse volteo unos instantes, comprobó que era yo el que aparecía en el umbral y regreso al rayito; me quede parado unos segundos sorprendido a mi vez por ver lo que estaba haciendo luego me acerque a ella y la cargue en mis brazos, a través de las sombras pude ver su pequeño rostro que me decía con sus ojos sorprendidos: ¿viste eso papá, viste eso?

Héctor Mora Pacheco

¿Somos el recuerdo de alguien que nos esta olvidando?

Salvador Elizondo, (1932 - 2006) que en paz descanses, grande entre los grandes.