Dormido sobre el lecho de cada noche me despierta una inquietud que me hace abrir los ojos y acelerar mi corazón; miro a mi alrededor, todo parece extraño; hay figuras en las paredes que parecen burlarse de mí de una mera tan escalofriante que es como si tuvieran vida, una música de arpegios en tonos desafinados y lentos comienza a escucharse en una guitarra vieja que tengo entre en mis cosas, comienzo a escuchar los cuervos de la noche, no se si son cuervos o lechuzas una voz burlona pronuncia mi nombre; se van uniendo a ella varias risas mas, una a una las sonrisas de las personas comienzan a ser carcajadas en aumento; igual que la música. De pronto comienzo a elevarme hacia un rayo de luz cegadora que impide moverme y parpadear; la música aumenta su intensidad, las risas su tono y yo mientras más subo del piso más miedo tengo, se me queman las pupilas al ver esa luz la música sigue aumentando, las risas ya son gritos los cuervos chillan yo me elevo mis ojos explotan y.... ¡¡¡¡¡¡rRIIINNGGGG!!!!!!(Despertador) -ohh no vuelvo a cenar tanto…
Héctor Daniel Mora Solano