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miércoles, 25 de noviembre de 2009

diplodocus

Esta tarde hemos visto un diplodocus subir hacia el cerro grande, su enorme cuerpo se abre paso entre las estrechas calles, se aleja lo mas rápido que puede, nos ha visto y parece asustado, su larga cola es como una serpiente volando por el aire, se hace pequeño a nuestros ojos a medida en que se aleja hasta que solo es una imagen borrosa y lejana que parece no existir, es solo un punto muerto en la memoria que tercamente trata de no olvidar que lo hemos visto subir, lo hemos hecho realidad, un olvidado diplodocus alejándose, inimaginable, inexistente, sin embargo se que lo hemos visto, nuestros ojos no nos han engañado, lo hemos resucitado y se dirige al cerro grande…

Héctor Mora Pacheco

espiral

Corre rápido hasta que sangres
Corre de este olvido,

corre de esta gente
Corre de esta tempestad,

corre sobre mi mente
Corre en un espiral descendiente, llega a donde puedas
Tú decides

tu santa libertad o tu dichosa condena a mí,
destinados tú y yo al fondo de la espiral.

Héctor Daniel Mora Solano

past

Miré al pasado
Desprendí mi corazón
No siento nada
Soy una maquina.

Pamela Carolina Mora Solano

Angel Dust

Polvo de ángel
Te busqué en ese lugar
Donde pasamos cálidas tardes
Un helado viento, me recordó
Que no estabas
Flores hechas polvo sobre el concreto
Mensajes olvidados
Polvo en las ventanas que se congela con el viento…
Ya no importa el ayer, ni el mañana
Ni quiero saber que día es hoy.


Pamela Carolina Mora Solano

Hoy

Hoy, prefiero irme sola.
Enciendo el ipod, que me recuerda que no es mío, y lo tengo que entregar…
La noche descendió más temprano, y el aire es tan frio que golpea mis mejillas, me siento en la banqueta a esperar el camión, rogando por qué esta noche venga vacio,
Miro a lo lejos, buscando las luces, ya viene…
Me preparo, y me doy cuenta de que esta noche mis suplicas no sirvieron de mucho,
El camión escupe almas hasta por las ventanas, aun así decido subirme, tengo hambre y se que mi mama estará esperándome con el plato en la mesa. No hay nada peor que esto, ir apretado, con hambre, y aparte con un ipod que no es tuyo. Decido bajarme antes, es tanta la gente que sube y baja que me marea, camino abrazándome a mi misma, dándome solo un poco de calor, no falta mucho por llegar, pero aun así, sigo caminando, con un ipod ajeno, libros en la mochila, anhelos en mi mente.
Una ligera brisa se deja sentir, camino por los charcos mojando mis botas de tristeza,
Comienza una canción que me retorna a mis años de infancia, tonight tonight…
Una lagrima rueda por mis mejillas heladas, aun recuerdo cuando pasaba las vacaciones con mi papá, en un pueblo de Michoacán, el cepillaba mis dientes que apenas comenzaban a salir, peinaba mi corto cabello y me arropaba en l as noches.
Los carros me aturden… y sigo caminando… llego por fin a mi lugar seguro, donde puedo esconderme entre mariposas… y no pasa nada, no quiero volver a la realidad, es dura, así que esta noche, me sumergiré entre mis esperanzas hasta llegar al limbo, de no saber que pasa con el mundo, hasta el amanecer, cuando haya que regresar.
No quiero ver si tengo tarea para mañana, solo quiero dormir…
Leer algunas páginas de libros olvidados, ver rosas en el piso, hojas que he
Intentado escribir… ideas flotando en la habitación… ¡hoy quiero transpirar felicidad!
Mi celular suena… vibra…
¿Quién será tan tarde?
Es mi papa, solo dándome las buenas noches como cuando era pequeña, mi mama entra por la puerta me da un beso en la frente y se va… tan silenciosa como cuando llego.
Esta noche me arropare yo sola... solo quiero dormir.

Pamela Carolina Mora Solano.

martes, 24 de noviembre de 2009

Comienzo

Esto es tán solo un instrumento para escribir aqui lo que a mis hijos y a mi se nos va ocurriendo, no hay orden, tan solo palabras sueltas que juntas pueden decir algo, cualquier cosa.

Héctor Mora Pacheco