A veces miro la luna en alguna de esas noches en que las nubes la dejan asomarse, parece que nos mira también, se asemeja a un grán trozo de hielo suspendido en la negrura insomne del universo, sí fuera un ser orgánico, con cerebro, si pudiera hablar; me pregúnto qué és lo que podría decírnos luego de miles y miles de años de estar mirandonos...
Héctor Mora Pacheco
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