Estaba tranquilamente sentado en el patio de la casa y de repente sentí sus patitas rasguñando mis rodillas; estire la mano y acaricie sus orejas peludas, exhale el humo y el inocente animalito comenzó a olfatearlo con desesperación; considere necesario hablarle:
- Tomasita, esto no es mota, es tabaco y esto si te hace mucho daño.
Mire su rostro peludo que sacaba la lengua como saboreando el aire y pensé: pinche perra mariguana.
José Elias Mora Pacheco
- Tomasita, esto no es mota, es tabaco y esto si te hace mucho daño.
Mire su rostro peludo que sacaba la lengua como saboreando el aire y pensé: pinche perra mariguana.
José Elias Mora Pacheco
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